EL PRIMER ARTE ROMÁNICO
En los siglos X y XI existe en Europa un arte internacional, con unas características definidas, y que es el denominado «primer arte románico». Sus características esenciales son: un aparejo rústico de sillares irregulares y una decoración o base de arquería ciega de pequeños arcos bajo la cornisa, que descansan, a veces, sobre fajas lisas, verticales, que constituyen las denominadas bandas lombardas. Este arte, que se extiende, en líneas generales, desde Dalmacia a Cataluña y desde el Norte de Italia a los valles del Rhin y del Mosa, es en Cataluña dorde conserva los ejemplares más interesantes. En un primer tiempo, empléase la cubierta de madera, como en San Pedro de Burgal, a la que siguen, a fines del siglo X, iglesias abovedadas, como las de Santa María de Amer, Santa Cecilia de Monserrat y San Martín del Canigó. En la primera mitad del siglo XI se señala la importancia del crucero, medíante la colocación de una cúpula, como en Santa María de Ripoll, San Vicente de Cardona y San Miguel de Crueilles, entre otras.
CARACTERÍSTICAS.-—En la arquitectura románica el hecho fundamental es la sustitución de la cubierta de madera por la bóveda de cañón o arista, que determina la consolidación de los muros, que aumentan de espesor, con escasos vanos, y un sistema de contrafuertes adosados. Las bóvedas se hallan reforzadas de trecho en trecho por arcos perpiaños. La influencia bizantina se manifiesta a veces resaltando la importancia del crucero mediante una cúpula.
Como consecuencia de la cubierta abovedada, la columna es sustituida por gruesos pilares, rectangulares o cruciformes, con columnas adosadas, sobre los que descansan los arcos de las bóvedas. La columna, que rara vez se emplea exenta, salvo en los claustros y girola, se distingue por su fuste sin éntasis, y con capiteles derivados del corintio, con frecuencia historiados, con escenas evangélicas o simbólicas.
Los vanos, puertas y ventanas, son escasos y sencillos. Se hallan constituidos por una serie de arquivollas, lisas y ornamentadas con motivos vegetales y geométricos, sobre columnas. En las portadas de mayor tamaño se mantiene análoga disposición, con la variante de colocar un parteluz sobre el que descansa el dintel, encima del cual, en el tímpano, se desarrolla unaa composición en relieve.
La decoración participa de los motivos geométricos, lazos, dientes de sierra, puntas de diamante, etc., o motivos vegetales estilizados o animales, las más de las veces de carácter simbólico.
La iglesia románica
La planta tiende a ser de cruz latina, con cabecera semicircular, aunque hay algunas iglesias de planta centralizada, ligadas a ritos funerarios, como Santa María de Eunate, en Navarra, de fines del siglo Xll. La nave del transepto acentúa la separación entre el espacio de los fieles y el espacio sagrado del presbiterio.
Esta disposición traduce la sencillez de un estilo donde los espacios se generan por adición. En ella se reconocen todos los elementos estructurales que se desarrollan en el alzado, lo que supone una nítida distinción de los volúmenes que configuran externamente el edificio. La escultura y la pintura, que constituyen parte inseparable del edificio, contribuyen a ofrecer una imagen más dinámica. En el exterior un elemento importante es la torre o campanario, a veces aislado, como en Pisa, pero siempre destacado, como en las pequeñas iglesias de los Pirineos, decorados con arquillos ciegos de influencia lombarda o las proporcionadas iglesias castellanas, como San Esteban en Segovia.
Planta e interior de Santiago de Compostela
Las obras de la Catedral fueron encargadas por los obispos Diego Peláez (hasta 1087) y Diego Gelmírez (hasta 1128). 1075 a 1128.Estilo Románico.
Catedral románica, típìco modelo de iglesia de peregrinación, con planta de cruz latina y cabecera con girola y absidiolos. Obra arquitectónica realizada en piedra.
DESCRIPCIÓN GENERAL: El edificio presenta a sus pies un nártex, en el que se sitúa el Pórtico de la Gloria.
El interior del templo se divides en tres naves. La central de mayor altura y anchura que las laterales, con una bóveda de cañón. Las naves laterales poseen bóvedas de aristas. Sobre dichas naves laterales se alzan tribunas que asoman a la nave central mediante arcos geminados.
Las bóvedas se sostienen mediantes pilares compuestos que presentan columnas adosadas, organizadas de forma tal que la columna que mira hacia la nave central se eleva a lo largo de toda la altura de la misma, hasta alcanzar el inicio del arco fajón correspondiente.
El transepto se organiza también en tres naves en cuyos extremos se abren sendas portadas al exterior. Por otra parte, en uno de sus lados mayores este transepto presenta cuatro absidiolos, dispuestos dos a cada lado de la cabecera. Sobre el crucero se alza un cimborrio. En toda este enorme transepto se alzan también tribunas sobre las naves laterales.
La cabecera de la catedral es de amplias dimensiones y dispone de una girola con cinco capillas radiales en los absidiolos. De ellas, la central presenta al interior forma absidada, mientras que al exterior se cierra con testero plano.
Todo el espacio interior del templo está organizado de manera que los fieles (tras concluir aquí su peregrinación hasta la tumba del apóstol Santiago) pudiesen acceder a la catedral por la portada de los pies y recorrerla hasta llegar a la girola, en cuyo espacio central se encuentra el sepulcro del citado apóstol. Todo este camino interior del edificio permite que puedan desarrollarse sin interferencias las ceremonias religiosas.Aunque se fundó en el 910, el periodo de mayor esplendor corresponde a los siglos XI y XII, momento en el cual se construye la iglesia abacial de Cluny III (1088-1135).
La parte más destacada del conjunto es la iglesia, que sobrepasa las dimensiones conocidas hasta entonces (se acercaba a los 200 metros de largo), convirtiéndose en el edificio más grande construido hasta el Renacimiento. A ella tenían acceso tanto los monjes como los señores feudales y los siervos de los alrededores.
Tenía un prolongado nartex enmarcado entre dos torres que servía para las procesiones solemnes. Le seguía un cuerpo longitudinal de cinco naves, cuya central se cubrió con bóveda de cañón apuntada y las laterales con bóvedas de aristas. Poseía un coro con una inusitada combinación de dos cruceros con cimborrios y torres. La cúpula del corazón del edificio se levantaba hasta los 35 metros.
No poseía tribuna, aunque sí triforio ciego muy alto y muchos ventanales por donde entraba la luz. Estos eran posibles debido a que ya se empezó a utilizar el arbotante para transmitir el peso de las bóvedas centrales hacia los contrafuertes exteriores. También como novedad se pueden ver los primeros arcos y bóvedas apuntadas.
San Martín de Fromista
De planta rectangular, se trata de una iglesia de tres naves, más alta y doble la central que el resto, con crucero acusado sólo en alzado y linterna poligonal. El hastial es flanqueado por dos torrecillas cilíndricas.
En el interior, veremos sus tres naves separadas por pilares acodillados en la zona del crucero y cuadrados en las naves. La cubierta es de bóveda de medio cañón.
Cincuenta capiteles -algunos réplicas de los originales- deleitan con imágenes costumbristas y religiosas.
Planta y cabecera de la catedral de Jaca
En Aragón, sigue siendo una referencia universal la Catedral de Jaca, por las fechas tempranas de su construcción y por la influencia que adquirirá rápidamente su construcción sobre el resto del románico español y europeo.
Las obras comienzan reinando Sancho Ramírez, entre 1076-1077. la Catedral de Jaca presenta una planta basilical de tres naves; un crucero que no destaca en planta; y una cabecera triabsidial, hoy desvirtuada al desaparecer el ábside central original, derribado en el S. XVIII para situar el coro en su lugar.
En el crucero destaca un magnífico cimborrio octogonal con cúpula de arcos entrecruzados, apoyada sobre trompas y en cuyo arranque se advierte decoración de modillones de rollo. Tanto la utilización de arcos entrecruzados en la cúpula, como los modillones, delatan la herencia musulmana en la construcción de esta Catedral.
La cubierta de las naves estaba prevista que fuera de cañón, pero el proyecto se quedó en una simple cubierta de madera, sustituida en la actualidad por bóvedas de crucería estrellada ya del S. XVI. Los ábsides lógicamente se cubren con cuarto de esfera, mientras que el presbiterio y el crucero se cubren en cañón.
En cuanto a los soportes, emplea un sistema muy dinámico y de gran fuerza monumental a base de pilares y columnas alternados.
A los pies del templo se dispone un pórtico abovedado en dos tramos, cobijando una gran puerta monumental sobre la cual destaca el tímpano decorado con un famoso crismón trinitario de enorme influencia en la iconografía posterior. En la decoración exterior se utiliza todo un repertorio de elementos característicos en la arquitectura románica cuya función principal es dinamizar los muros: especialmente modillones de rollo y decoración de tacos, llamada a partir de aqui "ajedrezado jaqués". Incluso se añade un elemento singular que vuelve a evidenciar su sentido "clasicista" pues decorando los ábsides exteriores se tallan metopas entre los canecillos, que a su vez cuentan también con un amplio repertorio labrado de motivos historiados.
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