Se casa con la hermana de Francisco Bayeu, que será su segundo maestro. Con su apoyo ingresa en los talleres de la Real Casa de Tapices. Pronto tiene notables éxitos lo que ñe permite tomar contacto con la galería de pinturas regias. En ella conocerá particularmente la pintura de Velázquez.
Desde su puesto en la corte conseguirá atraerse el favor de algunos nobles que le encargan retratos. Carlos IV le nombra pintor de cámara de la Corona, iniciando su espléndida serie de retratos de la familia real.
En 1793, Goya sufre una enfermedad prolongada que le lleva a una definitiva sordera. Su carécter cambia, volviéndose malhumorado y desconfiado. Su pintura, igualmente, sufre una profunda transformación. Continuará pintando retratos, pero desahogará su agitada vida en una serie de Pinturas, como Los «Caprichos», dando rienda suelta a una fantasía y una tensión interna desconocida hasta entonces. En estos grabados Goya se muestra sarcástico e indignado.
En esta época decora la bóveda de la iglesia de San Antonio de la Florida y alcanza la madurez en sus retratos. Como retratista, Goya es un maestro en captar la expresión psicológica de los personajes de una forma penetrante. Dejará su simpatía, indiferencia u odio patentes hacia los modelos que retrata. No pretende agradar al retratado, sino plasmar el espíritu del personaje, un veces con mordacidad otras con demasiada crueldad.
En 1808 se produce la invasión Napoleónica de la Península Ibérica lo que provocará un segundo gran cambio en su pintura. Su actividad en los años de la guerra se concentrará en la realización de la serie de grabados titulada «Los Desastres de la Guerra». Por primera vez la guerra es representada en sus horrores y Crueldad y no como un Espectáculo bello y heroico.
Al volver Fernando VII al trono, Goya pinta dos obras maestras que resumen los hechos de la guerra: «El Dos de Mayo » y «Los fusilamientos».
Con Fernando VII se mantiene su cargo como pintor de Cámara y vuelve a su actividad como retratista de la corte. De 1815 a 1817 decora las paredes de su casa "con una serie de murales denominada « Las Pinturas Negras », donde da rienda suelta a su imaginación y una visión pesimista y desoladora de la Vida. En estas pinturas predominante los colores oscuros y una temática sombría y trágica.
Por esta misma época realiza la serie de grabados titulada «Los disparates», en las que su imaginación se desbordará en un mundo de monstruos y realidades deformadas.
En 1824 Goya decide abandonar España, asentándose en Burdeos temporalmente, por temor a la represión política del absolutismo real, ya que su pensamiento liberal nunca lo ocultó. Allí sigue pintando renovando y su técnica. Destaca en la producción de varias litografías sobre la tauromaquia y el cuadro de la «lechera de burdeos». Vuelve a esta ciudad en 1828, donde muere, más tarde sus restos serian trasladados a la iglesia de San Antonio de la Florida, en la que treinta años antes había pintado los frescos de la bóveda.
Su significación y su obra
Para valorar la pintura de Goya es preciso constatar que se desarrolló en un momento en que las tendencias del neoclasicismo academicistas imperan en Europa.
Su estilo no es ubicable de forma clara en ningún movimiento pictórico, parte de los últimos momentos del rococó, visible en su época de cartonista, tiene obras claramente románticas y otras muchas que serán decisivas en la moderna pintura del siglo XIX, impresionismo, expresionismo , realismo.
En sus inicios utilizó procedimientos de composición neoclásicos, agrupando las figuras según esquemas claros geométricos (triángulos, rectángulos, rombos, etc), pero en su etapa de madurez busca la libertad compositiva plenamente romántica.
Representó todo tipo de temas pictóricos; comenzó con temas populares en su época de cartonista, con especial ternura y atención social de los niños. Más tarde representaría retratos, temas fantásticos, bélicos, taurinos, religiosos, etc. Sabe captar con maestría igual lo bello y lo horroroso, lo monstruoso y lo amable.
Fué pintor de una fecundidad enorme, más de 500 cuadros realizó e infinidad de dibujos, grabados y litografías.
Caprichos n º 39 ("Asta su abuelo"), n º 42 ("Tú que no puedes") y n º 43 ("El sueño de la razón produce monstruos")
El Capricho n º 42 lleva por título "Tu que no puedes". El reparto de las cargas y frecuentes las exenciones y privilegios de los poderosos en el antiguo régimen, hacen que sean los humildes los que soporten grueso el peso de las contribuciones del estado, sosteniendo en realidad, con su trabajo y esfuerzo , a una las clases ociosas vistas, una vez más, como burros.
El n° 43 lleva por título “el sueño de la razón produce monstruos” y fue pensado inicialmente por el autor como portada de la colección. La razón aquí, contenida en los límites del sueño, libera los monstruos de lo que hoy llamamos subconsciente, anticipándose a la mecánica del surrealismo. Alimañas, lechuzas, ratas aladas, un vampiro gigante puebla el mundo de la sinrazón. Uno hasta llega a ofrecerle al artista el portalápices para que siga escribiendo. Únicamente está sereno el lince porque es capaz de ver claro en la oscuridad.
Disparate n º 11 ("pobre dispares")
Los Proverbios, Disparates o Sueños pertenecen a la serie última de grabados del maestro. Obra por tanto de vejez, estas 22 estampas inmediatamente posteriores a la tauromaquia y se les fecha en torno a los años 1819-1823, aunque no verán la luz hasta que la academia las publique en 1864.
El clima espiritual próximo al de las pinturas negras las hace seguramente la parte de la obra de Goya de interpretación más difícil. La academia las edita con el nombre de proverbios intentando sugerir que las estampas podrían servir comentario de una refranes determinados, aunque los intentos de conectarse las escenas con estos parecen infructuosos. Algunas pruebas llevan inscripciones, al parecer autógrafas, de Goya, los que titulaba como disparates ("puntual" disparate "disparate femenino "...) lo que ha permitido que se generalice esta denominación, que parece una representación adecuada de lo absurdo e irracional.
¿Cuál es el sentido último de estas estampas? Quizá podamos encontrar la explicación en el pesimismo del artista que vive en los años de la Restauración absolutista. Desde esta perspectiva, Goya insistirá en El absurdo de la existencia, en el reinado de la hipocresía y en el fatal triunfo de la vejez, y dolor de la Muerte.
El grabado n º 11 que lleva por título "Pobre dispares". Podemos ver dos partes claramente diferenciadas y contradictorias -un fondo claro y una imprimación y a la izquierda, una zona más oscura y a la derecha-da protagonismo femenino con un personaje en el que muestra un elemento nuevo: tiene dos cabezas, una de mujer joven y otra anciana. Atrás, en el espacio luminoso aparecen una figura aullante y otra que esperan a la mujer en el espacio cerrado sin coro de figuras femeninas entre las que predominan las viejas y decrépitas dolientes.
¿Y el Significado? podríamos hablar del desdoblamiento dramático de la mujer : una en el pasado añorante, entre asustada y llena de galanterías, pasiones, que nos recuerda a la juventud y en por otro lado esa que se acerca, inexorablemente, al oscuro dominio de la vejez y de la muerte.
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