miércoles, 27 de octubre de 2010

ARTE ISLÁMICO

CARACTERÍSTICAS
En un corto espacio de tiempo las tribus árabes alcanzan a tener uno de los mayores imperios que conoce la Historia. En 622 es la Hegira, la huida de Mahoma de La Meca a Medina. Un siglo después, en 732, las vanguardias musulmanas llegan a Potiers, en el corazón de Francia. for Oriente los límites del Imperio se sitúan en el Turquestán chino. Del Indo al Duero se extiende un Imperio sin solución de continuidad. Las pérdidas en Occidente serán compensadas por victorias en Oriente. En el siglo XVI, si bien han perdido España, los turcos avanzan alcanzado el Danubio y amenazan Viena.
El arte árabe no presenta una homogeneidad susceptible de división. La rapidez de las conquistas y la falta de cultura propia determinan la adopción de las formas artísticas imperantes en los países sometidos, con la consiguiente creación de diversas escuelas, que siguen evoluciones propias. Estas escuelas pueden resumirse en las siguientes: Siria y Egipto; Persia y Mesopotamia; Turquía; India, y, la más importante, la del Mediterráneo occidental, que comprende toda la costa africana, desde Tunicia a Rabat, en el Atlántico, España, Sicilia y el sur de Italia.

El arte árabe, no obstante, pese a sus múltiples escuelas, conserva unas determinadas características comunes. Los preceptos coránicos le impiden el desarrollo de las artes figurativas, escultura y pintura. Las representaciones icónicas se reducen a las artes menores y miniatura. Es, por tanto, en la arquitectura donde se hallan las principales manifestaciones del arte árabe. Pero el Islam no crea un estilo arquitectónico propio, sólo hace adaptar los ya existentes a sus necesidades, aportando una brillante ornamentación, característica esencial de la arquitectura árabe.
Como materiales constructivos la piedra es escasamente utilizada, salvo en Egipto; prefiérese el mampuesto, y sobre todo el ladrillo, que, convenientemente recubierto con una capa de yeso, se presta a los ricos efectos decorativos, (como soporte se emplea el pilar de ladrillo y la columna, en los primeros tiempos utilizando los fustes y capiteles, corintios, de las construcciones romanas. No se crea un tipo de columna hasta el siglo XIV en la Alhambra. El arco preferido es el de herradura, al que se añadirán el de herradura apuntado, lobulado, mixtilíneo. etc., según las escuelas y las épocas, entrelazándose con frecuencia. La cubierta, de madera las más de las veces. Se emplea la bóveda y la cúpula. En España se utilíza en el siglo X  la bóveda de crucería, sin clave central. Es característica también la bóveda de mocárabes de ricos efectos decorativos.
Pero lo más característico de la arquitectura árabe es su exuberancia decorativa. En la ornamentación falta la representación humana o animal, que es excepcional.  Se reduce a composiciones geométricas, de lazos complicadísimos sujetos a ciertas leyes matemáticas, formando estrellas, triángulos u otras figuras geométricas, con un repertorio variadísimo. Con ellas se combina la decoración epigráfica, con letras cursivas, y con más frecuencia cúficas, y la decoración vegetal, en la que es característica la hoja de palma estilizada, de pequeño tamaño (ataurique). Característica decoración musulmana es el mocárabe, formado por pequeños prismas, con que se cubren las bóvedas, el intradós de  los arcos y aun los propios capiteles, presentando el aspecto de estalactitas.
LA MEZQUITA: El edificio típico de la arquitectura árabe es la mezquita o templo. Se halla constituida fundamentalmente por un gran patio (sahn) con fuente central para las abluciones (sabil), y una gran sala, orientada hacia La Meca, con soportes, cuyo muro del fondoes la qibla, en el que se abre el mihrab o santuario, precedido de la macsura, a modo de crucero cristiano, limitado con arquería y más profusamente ornamentado. Junto al mihrab se halla el almimbar (pulpito). Al exterior destacan los esbeltos minaretes o alminares, desde los que el muecín o almuédano anuncia los cultos.

LOS ÁRABES EN LA PENÍNSULA IBÉRICA
En Ceuta está don Julián,
en Ceuta la bien nombrada;
(...)       
Embajada es de dolor,
dolor para toda España;
las cartas van al rey moro
en las cuales le juraba
que si le daba aparejo
le dará por suya España.
España, España, ¡ay de ti!
en el mundo tan nombrada,
la mejor de las partidas,
la mejor y más ufana,   
(...)   
por un perverso traidor
toda eres abrasada,
todas tus ricas ciudades
con su gente tan galana
las domeñan hoy los moros
(...)   
El triste rey don Rodrigo,
el que entonces te mandaba,
viendo sus reinos perdidos,
sale a la campal batalla,
el cual en grave dolor
enseña su fuerza brava;
mas tantos eran los moros
que han vencido la batalla.    (Romance del Rey Don Rodrigo)

De esta manera cuenta el romancero la llegada de los nuevos invasores a España. En efecto, en el año 711 los musulmanes inician la conquista de España y, en sólo cuatro años, llegaron hasta el Pirineo. Los visigodos, después de ser derrotados en Guadalete, se refugiaron en las montañas cántabras y en algunos valles del Pirineo.
Los musulmanes llamaron Al-Ándalus al territorio sometido a su poder y, por lo tanto, arrebatado a los visigodos cristianos. El momento de máximo esplendor fue en el siglo IX-X. A partir de este siglo el poder va a disminuir, debido al avance cristiano que tuvo lugar durante los siglos XI, XII, XIII, hasta que Al-Ándalus queda reducida al reino de Granada que será conquistado en 1492 por los Reyes Católicos.

711EMIRATO DEPENDIENTE
DE DAMASCO
Después de la conquista y durante 40 años, Al-Ándalus fue una provincia dependiente del Califa de Damasco y gobernada por un Emir (gobernador)
756EMIRATO
INDEPENDIENTE
DE DAMASCO
Durante esta época el EMIR se independiza del Califa de Damasco y establece su capital en Córdoba.
929CALIFATO DE CÓRDOBAAbderramán III se nombra Califa, cortando los lazos de dependencia con Damasco.
Es la época de máximo esplendor. Tienen total dominio sobre la península. Los cristianos tienen que pagarles impuestos. Córdoba será un centro político y cultural de gran importancia.
1035REINOS DE TAIFASDecadencia del Califato después de la muerte de Almanzor. Las luchas internas acaban por dividir Al-Ándalus en reinos independientes, llamados TAIFAS (Sevilla, Toledo, Zaragoza...)-
Momento que aprovechan los cristianos para avanzar, reconquistar territorios y exigir a los musulmanes que les paguen impuestos: PARIAS.
Desde 1238NAZARI1212-Navas de Tolosa: conquista de todo el sur menos el reino nazarí que comprendía las actuales Jaén, Málaga, Granada, la capital, y Almería. Este periodo final va, pues, del siglo XIII al XV, cuando Córdoba es tomada por los Reyes Católicos. Pero va a ser Granada el centro político y administrativo del reino y allí surgen los mejores ejemplos artísticos con la Alhambra.

En el siglo X, dentro de nuestro territorio podemos contemplar el contraste máximo entre dos mundos distintos religioa, económica y culturalmente. La España cristiana es el último reducto de la Europa feudal replegada en el campo, sin vida urbana y de espaldas al comercio.
Al-ÁndaIus, por el contrario, completa la cadena de la floreciente civilización islámica que desde Asia se extiende hasta Europa a través de África. Es el país más rico de Europa y las bases de su prosperidad son: la actividad artesanal, sus mercados o «zocos», el intercambio de productos entre el campo y la ciudad, el comercio mediterráneo.
De las importantes ciudades de Al-Ándalus, una llegó a ser comparada política, económica y culturalmente con Bagdad y la más importante de Occidente: Córdoba.
Políticamente, fue la capital del Califato, cortando los lazos de dependencia de Bagdad. Su población se aproximaba al medio millón de habitantes.
En el centro de la ciudad se encontraban la Mezquita, lugar de oración, el Alcázar, residencia del Califa, algunos edificios de carácter público (Casa de Correos, Casa de Rehenes,...) y el zoco.
Fuera de las murallas, llegó a tener hasta 21 arrabales o barrios. Habitaban en ellos gentes de una misma religión, distinta de la islámica (mozárabes, judíos) o de un mismo oficio (artesanos, comerciantes).
Córdoba fue también un centro de cultura universal. Dentro de la ciudad o al-Madina debió de estar la «madraza» o universidad, la más prestigiosa de todo el Islam en el siglo X. Los califas fueron grandes impulsores de la cultura. Al-Hakan II poseía una biblioteca, en el Alcázar cordobés, de 400.000 libros.
Las relaciones entre Al-Ándalus y los países árabes de Oriente y la protección que los califas dieron a los sabios de todo el mundo,convirtieron a Al-Ándalus en transmisor de la ciencia antigua, desconocida en su mayor parte por el Occidente Medieval Europeo. Obras árabes, traducidas al latín, llegaron a ser utilizadas como libros de texto para las Matemáticas, la Medicina, la Astronomía y la Filosofía en los centros de estudio y universidades medievales.

ARTE CALIFAL CORDOBÉS

Fue con Abd-al-Rahman I cuando empieza una labor constructiva ligada al nuevo estado. Con él empieza una de las obras supremas del arte hispano musulmán y de todo el arte islámico: La Mezquita de Córdoba. En ella se pueden estudiar todos los elementos de la arquitectura califal. Se construyó en varias fases, desde el siglo VIII al siglo X. Se piensa que se levantó sobre una basílica paleocristiana, la de San Vicente, la cual fue compartida por cristianos y musulmanes hasta el 786. En ese año el Emir compró la basílica a los mozárabes y la derribó. En su lugar Abderramán construyó la parte cercana al patio. Pero esta parte quedó insuficiente por el crecimiento de la ciudad y en el 833 Abderramán II derriba la quibla y prolongó las once naves algunos metros. También construyó este califa la arquería que da al patio y la torre o minarete o alminar. Con Al-Hakam II vuelve a ser  insuficiente y derriba otra vez la quibla llevándola hasta donde se podía, casi hasta el río y en ella construye el Mihrab.
Almanzor, para realzar su poder creó otra ampliación pero ésta ya no podía ser a lo largo y tuvo que ser a lo ancho, construyendo ocho naves más al este y derribando el muro que las separaba. Esta ampliación supone las dos terceras partes pero además construyó el patio o Sabil. Así, al final del siglo X la Mezquita queda con 19 naves que junto con el patio suponen 180 metros de longitud y 120 de anchura.



El exterior está hecho de sillares de piedra y en él destacan contrafuertes y el remate de almenas escalonadas. Se sigue la tradición musulmana de que el exterior no deje atisbar la riqueza del edificio en Su interior; los únicos elementos que merecen decoración son las puertas de acceso.

Aquí nos encontramos con arcos de herradura de proporciones califales enmarcados en alfiz profusamente decorado. Arriba una galería de arcos ciegos de herradura entrecruzados y a derecha e izquierda unas ventanas con celosía calada rematadas con arcos trilobulados ciegos. Una perfecta combinación, sometida a la simetría, de lo curvo y  lo rectilíneo.
El interior, el haram o sala de oración constituida definitivamente por un recinto cubierto de 19 naves separadas por columnas. Destaca un sistema de arquería que parece inspirado en el acueducto de los Milagros de Mérida. Se aprovecharon las columnas de una    basílica, la de San Vicente,  que eran de procedencia visigoda y tenían
generalmente el capitel corintio.   Sin embargo sus dimensiones no eran lo suficientemente grandes para permitir elevar mucho la altura de las naves. Para solucionarlo se inventó un ingenioso sistema. Sobre ellas se levanta una pilastra lo que permite superponer dos hileras de   í arcos que están enjarjados, es decir, embutidos en los soportes. Abajo los arcos de herradura y arriba de medio punto. Las dovelas de los arcos alternan  el   blanco  y  el   rojo  debido  al   material   utilizado   para  su construcción:  ladrillo  y arenisca  blanca.  El  resultado  es  un espacio espectacular, lleno de ritmo y color, en el que los arcos y las columnas se multiplican como si de un bosque se tratara. En la maqsura los elementos arquitectónicos se usan como decoración y la ornamentación señala la importancia litúrgica del lugar.
Destaca el juego de arcos lobulados y entrelazados, revestidos de relieves con aíaurique. El espacio lo cierran cúpulas de crucería califal con nervios muy gruesos que no se cruzan en el centro. Aquí vemos dentro de un gran arco polilobulado, arcos poli lobulados entrecruzados que dan una gran vistosidad al conjunto y en donde se sigue con el juego del dovelaje marcado en la arquería.
Artesanos de Constantinopla vinieron a fijar los mosaicos de tipo epigráfico y vegetal que decoran la magnífica puerta del mihrab de la mezquita. Un arco de herradura con dovelaje marcado dentro de un aífiz y, sobre él, arcos lobulados ciegos. Los recursos decorativos se combinan en esta hermosa puerta que prefiere el mármol como material. Los temas más utilizados son la epigrafía y el ataurique.
Sobre dos columnas adosadas parece apearse un arco de grandes proporciones con dovelas de mármol de distintos colores. Las enjutas del arco tienen decoración de ataurique en el fondo con coloración distinta al alfiz muy marcado que en su parte superior muestra la decoración epigráfica con textos coránicos. Difícil encontrar una puerta más hermosa y, a la vez, más abstracta. Todo es color y forma.
Si dejamos atrás la fachada del mihrab nos encontramos en el interior del recinto cerrado con cúpula de crucería -al igual que el área de la maqsura-. Es un espacio vacío que aumenta la voz del imán cuando lee el Corán. La cúpula sobre el mihrab cierra un espacio octógonal de singular riqueza también decorado con mármol venido de Bizancio. Los arcos de crucería parten de un tambor en el que se abren ventanas alternadas con arcuaciones ciegas. En el centro una hermosa cúpula de gallones.

ARTE NAZARÍ

Alhambra y Generalife from Landa Arte on Vimeo.
La organización social islámica dio lugar a una serie de edificios de carácter fijo. En cuanto a la arquitectura civil los más importantes fueron los palacios de los soberanos, las hospedarías situadas en lugares de etapa y, a menudo, fortificadas. Desde 1238 hasta 1492 la dinastía nazarí gobierna Granada, el último bastión musulmán de la península. Su arte se va a caracterizar por el uso de materiales baratos y frágiles (ladrillo, yeso o madera), ocultos por una recargada decoración que les proporciona una apariencia suntuosa y combinados con una constante presencia del agua y los jardines. La rica variedad de recursos constructivos y ornamentales se pone de manifiesto en la ciudad palatina de la Alhambra, la última gran muestra hispanomusulmana.
Fue un palacio fortaleza empezado por Mohamed I (sobre una alcazaba de ladrillo rojizo = Alhambra). Pero el núcleo principal es del siglo XIV cuando Yusuf I levanta el cuarto de Comares. El cuarto de los Leones es de Mohamed V. Consta de un patio con dos salas llamada de las Dos Hermanas. El conjunto se completa con habitaciones, baños, estanques, jardines.
La planta es laberíntica y cuya finalidad es defenciva y el espacio vieene determinado  por los patios (Machuca, Arrayanes o Comares y el de los Leones). El harem está constituido por las habitaciones privadas del monarca, en torno al patio de los Leones y también servía como sede oficial al tener despacho en la Sala de las Dos Hermanas y el salón del trono en el Mirador de Lindajara o de Daraxa.

Patio de los Arrayanes o Alberca. Patio rectangular con estanque rodeado de setos en los lados largos y con dos pórticos en los frentes sobre columnas y arcos peraltados con decoración de yesería calada. Sobre las columnas hay pilares que separan cada arco y que forman, con una moldura horizontal bajo el alero, sendos alfices. Al fondo la torre de Comares en perspectiva. Este es uno de esos conjuntos de espacios aislados que tienen vida propia, que no necesitan de los demás para dar sensación de unidad. En cada conjunto se estudia el efecto de perspectiva contando con diferentes elementos: vegetación, agua y arquitectura, la real y la reflejada. Los dos primeros son tradicionales en el Islam por ser un bien escaso en Arabia.
Salón de los embajadores de la Torre de Comares. Torre de gruesos muros de ladrillo (se ve en las ventanas que son casi cámaras tras el arco peraltado, en una de ellas se alojaba el trono). Los muros se cubren con zócalo de alicatado geométrico. En la zona media aparece el ataurique llenando todo el espacio y una banda de escritura cúfica (versículos del Corán) en el centro. Arriba una hilera de ventanas cubiertas con fina celosía entre otros dos frisos de decoración epigráfica.
Patio de los Leones. Posterior, del siglo XIV. Patio rectangular con pórticos en los cuatro lados. En los cortos avanzan sendos porches. Todo ello sostenido sobre columnas muy finas, con basa de escocia, numerosos collarines superiores, capiteles con dos cuerpos, cilíndrico y cúbico con ataurique en yeso. Los soportes son en dintel y los
arcos sólo cuelgan como decoración en yeso, peraltados o en uve invertida. En el centro una fuente circular se sostiene sobre unos leones de torpe ejecución. El efecto de luz tamizada entre la yesería calada, agua y perspectiva convierte esta obra en una de las mejores de todos los tiempos.

El Mirador de Lindajara sería el lugar donde tendría su trono Muhammad V. Un gran arco da paso a la estancia; en su intradós decoración de mocárabes estalactíticos. Luce en sus enjutas adornos de estuco.
Entramos en un pequeño aposento rectangular. En la parte baja un zócalo de precioso alicatado compuesto por diminutas piececitas de azulejos recortados. Una faja que lleva inscrita en azulejos negros un poema laudatorio para Muhammmad y debajo dibujos geométricos de polígonos y estrellas. En las tres paredes del mirador se abren otras tantas ventanas. La del centro, que es la más ancha, tiene arcos gemelos adintelados que apoyan sobre columnitas de mármol de capiteles cúbicos. Las tres ventanas aparecen inscritas en arcadas de medio punto con intradós de bello mocárabe. Toda la estancia ostenta una preciosa ornamentación de estuco con adorno de figuras geométricas y grandes fajas con inscripciones. La techumbre es de madera labrada y el pavimento conserva restos de la antigua cerámica que lo componía.
Los alféizares de las ventanas son bajos para que, sentados en cuclillas a la usanza musulmana, los privilegiados moradores pudieran contemplar el delicioso paisaje que ofrecía el jardín sobre el bosque, el valle del barro y el arrabal del Albayzín.

No hay comentarios:

Publicar un comentario